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Cevagraf simplifica y automatiza sus procesos para reinventarse y reconvertirse en imprenta online

  • Publicado el 07 de Abril de 2015

Cevagraf es una cooperativa de trabajo asociado con casi 30 años en el mercado, dedicada al negocio es el de las Artes Gráficas y especializada en la impresión comercial de revistas, catálogos, libros, calendarios y folletos, y hasta hace unos años… “todo iba como la seda”. Con 43 socios de trabajo, son 43 personas las que ponen capital en la cooperativa y además trabajan en ella. Son empresarios y productores, o lo que es lo mismo, son dueños de su propio trabajo. Y la llegada de la crisis los ha puesto a prueba. Si antes las circunstancias “ocultaban” sus vicios como cooperativa y sus errores como empresa, el nuevo paradigma de crisis lo destapó todo. Esta situación les hizo ver que no podían seguir como hasta entonces, había que cambiar para poder subsistir, había que reinventarse.

La estructura de cooperativa era pesada, burocrática y enfocada en dar servicio de todo y para todos, y los precios establecidos no pagaban esa estructura. Al ser cooperativa hay unos principios sociales y democráticos que cumplir que no permiten actuar como otras empresas. La base del cooperativismo es la persona, no el capital. Si se forma una cooperativa es para dar trabajo, es para sostener a personas, y aunque el objetivo es el mismo que de cualquier otra empresa, la de crear beneficios, no se utiliza cualquier medio para conseguirlo.

Para llevar a cambio el cambio Cevagraf creó un equipo de pocas personas para que llevara a cabo los cambios profundos que la estructura requería. Se hizo departamento a departamento, equipo a equipo, estudiando sus mermas de tiempo, sus mudas (término japonés utilizado para tiempos o procesos ineficientes), y poco a poco se dieron cuenta de los problemas que tenían.

La clave de todo era simplificar. Y para ello había que automatizar procesos, informatizar la gestión y estandarizar todos los servicios. Y aquí es cuando surgió la idea: había que reconvertirse en una imprenta online. Esta misma idea solucionaba de un plumazo todos los problemas que les tenían atados a un sistema viejo y roído que no hacía más que lastrarles como negocio.

Entre sus principales ventajas Cevagraf detaca: El cliente tiene al momento y en todo momento su precio de impresión. No debe esperar horas a que un equipo de personas le muestre la mejor opción para su inversión, al contrario, en pocos movimientos puede tener la información de precio que necesita.

El sistema en sí mismo es sencillo de manejar por un usuario no experto en el sector, con lo cual se hace fácil la elección de variables que un servicio como el de las artes gráficas ofrece. Al haber simplificado el servicio, es posible automatizarlo internamente, con lo cual los costes de producción bajan y se ofrece un mejor precio al cliente.

Hoy en día ya están inmersos en el nuevo proyecto. Hay una nueva esperanza. Y esto ha sido posible en todo momento porque el equipo de socios cooperativistas de que se compone la empresa está implicado y está motivado. Cambios tan profundos en una empresa son difíciles de por sí, y quien haya vivido situaciones así lo sabe. Hay muchos aspectos que pueden estropear lo que se propone cuando se quiere cambiar “toda una empresa”, empezando por las personas que lo deben llevar a cabo.

Por eso lo más importante es implicar a la gente, darle un motivo por el que luchar, y ¿qué motivo mejor que el de conservar su puesto de trabajo? ¿El de seguir cobrando a fin de mes para mantener a su familia? En CEVAGRAF han comprobado esto mismo: el cambio es posible, mejorar es el reto, y creer en ello hace que se haga real.

 

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